Por: Henry Ovalle Forero
En este país del sagrado corazón donde ya nos estamos acostumbrando a ver pasar campante el flagelo de la inseguridad en: campos, ciudades y donde se asesina por cualquier cosa , por robarle un celular, una cachucha, su platica de su trabajo honrado o el dinero que saco del cajero; la inseguridad anda relajada por las calles y cualquier persona de bien esta en terrible riesgo de caer en una redada de estos facinerosos, que esperan en cualquier esquina y saltan sobre su victima, fuera que le roban hasta el pañuelo se le llevan hasta la vida, ¡aquí no se salva nadie!, hasta los sacerdotes han sido victimas, es el caso de un curita buena gente, que asesinaron por un celular y antes habían matado a otro ciudadano en el mismo lugar, así es la historia de miles, que caen en esta ciudad por la mano de ratas sin oficio, que se divierten robando y asesinando, mi inquietud es, ¿En donde están los policías, que cuidan los cuadrantes? y si allí ya había sucedido un acto criminal, ¿Entonces, porque no se pusieron las pilas y pasan seguido por el lugar o pongan una camarita? pa que cuando estén cometiendo un delito vengan pronto a socorrer al parroquiano y dar captura a los infractores, ¡de repente me asalta la duda!, qué falla en este nuevo sistema de seguridad, pero escucho sobre la bondad del plan de seguridad ciudadana impuesta por el mismísimo Santos, además escucho el aumento del pie de fuerza de la policía y sale el general Naranjo a vanagloriarse de la eficacia de los cuadrantes, que en la lógica se aprecia muy eficaz; algunos policías cuidando una zona determinada únicamente están asignados para unas “manzanas” y así dividieron la ciudad por los famosos cuadrantes, ¿y entonces que?, la vaina sigue igual y cada día peor.
En mi apreciación si eso esta tan bien organizado, debería funcionar ¿o es que faltan policías? , ¿o estos no cumplen las tareas asignadas?, ¡algo pasa y no es bueno!, hasta cuando estos sabelotodos del gobierno con sus nuevas estrategias, que no sirven pa naa, nos siguen envolatando nuestra seguridad, la situación es caótica y mientras arreglan el problema del alcalde, si es culpable o no y embolatan la verdad, nosotros que nos coma el tigre o mejor la delincuencia, es necesario señores, que se implemente de verdad la protección de los ciudadanos de bien; pero que la alcaldesa, el general y los policías hicieran bien su trabajo, en lugar de malgastarse el dinero de la ciudad en estudios de probabilidad, que no han servido pa un cascajo de caballo. En verdad, señor Presidente, señores gobernadores, señores alcaldes y organismos de control ¡pónganse las pilas!, es cuestión de meterle el pecho a este país y librarnos de tanto mal vividor…
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