En este país del sagrado corazón donde suelen suceder las cosas más inverosímiles y no es raro vivirlas, pasan tan frecuentemente es como si nos hubiéramos vuelto insensibles y donde las personas aunque se dan cuenta de lo mal que se actúa, prefieren demostrar su indiferencia frente al padecimiento de los demás. En cualquier momento en algún lugar alguien necesita un apoyo, un gesto de humanidad, en esta ciudad llena de caos y congestión en el trasporte publico. Aunque Transmilenio tiene normas y un lugar especial para aquellos pasajeros: en situación de discapacidad, adultos mayores, mujeres embarazadas y mujeres con niños pequeños; la gente se pasa por la faja esa norma y se hacen los de la vista gorda, ¡y qué sucede!, por lo general siempre se encuentran algunos pasajeros sentaditos con cara de cretinos en esos puestos, dizque azules especialmente para los dichosos “discapacitados”, de pronto del fondo del bus articulado, se oye una voz clamando por una silla azul, “ por favor es para una abuelita o un señor de bastón” en caso extremo alguien con apuros, entonces comienza ¡el espectáculo!, unos miran a otros y todos en absoluto miran a esas bellezas sentadas en las sillas azules, quienes ponen cara de, no saber nada, otros se hacen los dormidos o que observan por un hilito de luz hacia la calle, por lo general son adolescentes, universitarios o cualquier pelado o pelada, que se quiere pasar de listo. mi pregunta es: ¿se acabo la gente amable, gentil, solidaria con un poquito de respeto por esos que necesitan consideración?, ¡pero no!, por lo general a nadie le importa; si acaso aparece alguien con sentido común y casi a la fuerza hace levantar a ese personaje para brindarle la silla a esta persona necesitada y para completar su cinismo, fuera de que la cago, sonríe con ironía.
¿Así que podemos esperar de estas nuevas generaciones? donde la comodidad cabalga campante en los muchachos y no les importa, que para ello tengan que pasar por encima de los derechos de los demás, ¡adonde vamos a llegar! con esto, aparte de lo que esta pasando con el país con la corrección, la inseguridad y los grupos al margen de la ley y lo peor todavía falta en conocerse, el destape de mas ollas podridas en la defraudación de la salud, educación, contratación en la DIAN, las EPS, min defensa seguro social etc, un futuro no muy amable nos espera. Ojala estos maleducados cambien de actitud, dejen de ser tan prepotentes, que respeten a sus semejantes, abandonen sus malas mañas, logren ponerse la mano en su considere y se tornen mejores seres humanos. ¡Algún día!, entre todos con orden y cultura ciudadana podemos cambiar este mierdero del trasporte publico, por ejemplo: hacer fila para la entrada del servicio de trasporte, no pararse frente a los que salen, ingresar ordenadamente, no pararse en la puerta; evitemos esos tumultos, que fomentan el robo, dejar ese maldito genio y sonreírle a la vida, dar espacio para sillas de ruedas, personas con bastón etc, y sobretodo ofrecer la silla azul o roja, ¡que mas da!, y no esperar a que lo levanten, ¡hey sea cortés! no cuesta un comino y si se siente muy bien, ¡inténtelo!, no sea Tarambana, así con nuestro granito podemos hacer de esta ciudad, la ciudad de las puertas abiertas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario